¿Están realmente locos?
Hay que entender que una cosa es tener alguien completamente loco que a un psicópata/sociópata. La incidencia de psicosis en los asesinos seriales es de la misma proporción que la del resto de las personas comunes y corrientes. En todo caso la cuestión se reduce, gracias a la regla McNaughen, a lo siguiente: ¿El criminal entiende la diferencia entre el bien y el mal? Si el homicida huye, en un intento por ocultar el crimen, entonces comprende perfectamente el valor de sus actos. Pocos asesinos seriales han podido acreditar locura, entre ellos están Peter Sutcliffe y Ed Gein.
Ya he hablado de la naturaleza manipuladora del asesino serial, quién tratará de alegar "locura legal" para defenderse y así evitar la pena de muerte. William Hickman cometió la estupidez de enviar una carta a otro preso, donde cínicamente explicaba como actuaría de tal modo que se creyese que estaba loco. Nunca imaginó que durante el juicio dicha carta llegaría a manos del juez y de la opinión pública.
Alter Egos
Es frecuente el hecho de que un asesino serial fabrique un alter ego. Esto consiste en fingir que tiene una doble personalidad; la que usualmente toma control de la situación a la hora de que el sujeto comete sus crímenes. Esta burda estratagema no da resultado, siempre y cuando el sujeto sea analizado por psicoanalistas competentes. La conducta queda explicada por el hecho de que el asesino siempre trata de evitar la culpa, evadiendo así la responsabilidad de sus actos. Un caso de verdadera doble personalidad es extremadamente raro.
Hay que entender que una cosa es tener alguien completamente loco que a un psicópata/sociópata. La incidencia de psicosis en los asesinos seriales es de la misma proporción que la del resto de las personas comunes y corrientes. En todo caso la cuestión se reduce, gracias a la regla McNaughen, a lo siguiente: ¿El criminal entiende la diferencia entre el bien y el mal? Si el homicida huye, en un intento por ocultar el crimen, entonces comprende perfectamente el valor de sus actos. Pocos asesinos seriales han podido acreditar locura, entre ellos están Peter Sutcliffe y Ed Gein.
Ya he hablado de la naturaleza manipuladora del asesino serial, quién tratará de alegar "locura legal" para defenderse y así evitar la pena de muerte. William Hickman cometió la estupidez de enviar una carta a otro preso, donde cínicamente explicaba como actuaría de tal modo que se creyese que estaba loco. Nunca imaginó que durante el juicio dicha carta llegaría a manos del juez y de la opinión pública.
Alter Egos
Es frecuente el hecho de que un asesino serial fabrique un alter ego. Esto consiste en fingir que tiene una doble personalidad; la que usualmente toma control de la situación a la hora de que el sujeto comete sus crímenes. Esta burda estratagema no da resultado, siempre y cuando el sujeto sea analizado por psicoanalistas competentes. La conducta queda explicada por el hecho de que el asesino siempre trata de evitar la culpa, evadiendo así la responsabilidad de sus actos. Un caso de verdadera doble personalidad es extremadamente raro.
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